Esa es mi premisa hoy, mi lección del día. No puedo dejar de cumplir con mi misión. Es inevitable que ocurra lo que ocurra si mi misión ya está cumplida.
Cada detalle es absolutamente necesario para poder acceder a mi nueva conciencia y eso, y sólo eso es lo que me propongo:
Un estado de conciencia permanente donde pueda reconocer a todo lo que me rodea como a mí misma,
donde no haya ni un rastro de diferencia,
donde ni siquiera exista el recuerdo de que en algún momento pude ver alguna diferencia en nada.
Donde ni siquiera cuestione el tener que aceptar o no lo que veo,
sino que sólo exista el agradecimiento por recordar y recordar y recordar por fin quién soy.
Y necesito tu ayuda, necesito poder compartir contigo, que quieres lo mismo, necesito poder mostrarte esta brecha para salir de aquí juntos, necesito mostrarme la Realidad verdadera que el Curso de Milagros ofrece a través de tu acción de amar.
Porque no hay ningún gesto de amor aquí con ningún resultado, a no ser que amar signifique liberarnos mutuamente de todas esas ideas autoimpuestas acerca de lo que un ser humano es. Y tú eres capaz de eso y de mucho más, lo que pasa es que tienes miedo, como yo, de amarte y amarme como lo hizo aquel que demostró estar despierto.